Recuerdos que se creen olvidados. Quinta parte.


Carol consiguió tranquilizarla y se quedó a dormir con ella. Se le rompía el corazón en pedazos cada vez que a April se le caía una lágrima. No era capaz de entender cómo le pudo pasar algo así a ella. Ella, que era una chica ejemplar. Seguramente su madre tampoco lo entendió, siempre estubo muy orgullosa de ella. Normal, era la hija perfecta, nunca le dio ningún disgusto. Al día siguente cuado April se levantó tenía los ojos hinchadísimos de tanto llorar.
- Joder, ¿por qué me tiene que pasar a mí todo?

- No te preocupes, a todo el mundo le pasa. Los hombres dan asco, sólo piensan en ellos mismos. Van por ahí rompiendo corazones y luego ni si quiera se acuerdan de tu cara, como te pasó a ti. Se creen que solo eisten ellos y nadie más. Quieren sentirse amador al cien por cien pero nunca se molestan en amar. Esperan mucho de nosotras, pero no nos dan nada a cambio.

- Sabes que él no es así, sabes que me amó.
- Sí, claro. Por eso pasó por tu lado y ni te reconoció. Joder, que la gente tampoco puede cambiar tanto en cuatro años.
- A lo mejor me reconoció pero no me quiso decir nada.

- O a lo mejor era su hermano gemelo del que nunca te ha hablado, ¿no? - Joder, puede ser- dijo April, acto seguido se empezaron a reír las dos como en los viejos tiempos-.
- ¿Y si le buscamos?- preguntó Carol de repente, asustándola-.

- Lo pensé. Pero, ¿y qué le digo?

- Pues lo que pasó, se lo tienes que contar tarde o temprano. Quieras o no es el padre de tu hija.
- Mi hija ya tiene padre, a mí. Soy su madre, su padre y todo lo que haga falta.

4 comentarios:

Babú dijo...

Que bonito !!!:)
Un beso

Babú dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Itziar Menor dijo...

Me encanta! Sobretodo la última frase!


Tienes un premio esperando en mi blog ^^

Raquel Begué dijo...

Que complicado es tu texto...
Seguro que esa hija estara orgullosa de su madre :)


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No se me da bien describirme, francamente no sabría definirme en diez palabras, ni en cuarenta. La gente tiene opiniones distintas sobre mí, dicen que soy simpática, amable, cariñosa pero también dicen que soy borde y cansina. Tan sólo tengo quince años y me considero bastante madura, no tengo los mismos gustos que cualquier otra chica de mi edad, me gusta ser diferente y tener mi propio estilo, tener las ideas claras sobre lo que quiero ser y no dejarme influenciar. Me encanta escribir, leer, salir... Tengo costumbres muy malas, como encapricharme demasiado con algunas personas, darlo todo sin recibir nada a cambio, estar mal y esperar y esperar y esperar y esperar un hombro para llorar, encontrar el verdadero significado de la amistad en personas que están muy lejos, enamorarme y darle a aquella persona todo lo mejor de mí y perdonarlo todo. Si hay algo que no perdonaría nunca sería una infidelidad, no creo que se pueda caer más bajo. Para mí la amistad es tan importante como el amor, mi pareja debe de ser mi mejor amigo y tener la suficiente confianza como para contárselo todo.Aunque bueno, luego me acabo enamorando del menos indicado.